El número de personas que trabajan desde casa ha aumentado enormemente debido a la pandemia de coronavirus y a las políticas adoptadas para combatirla. Las empresas alemanas, por ejemplo, deben permitir a sus empleados que trabajen en casa siempre que sea posible. Así lo recoge el reglamento alemán de protección laboral contra el coronavirus, aprobado el 27 de enero de 2021. Según una encuesta que Bitkom ha realizado entre más de 1.500 personas empleadas, cerca del 35 por ciento de las empresas permite actualmente trabajar desde casa y el 27 por ciento lo permite parcialmente. ¿Pero aprovechan realmente los empleados esta posibilidad? La encuesta indica que casi la mitad de los encuestados trabaja desde su hogar, ya sea exclusivamente o de forma parcial. Extrapolando estos resultados a la población total, resultaría que unos 10,5 millones de asalariados alemanes trabajan desde casa permanentemente y otros 8,3 millones lo hacen de modo ocasional.
Thorsten Holtmeier
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Además, las empresas quieren reforzar su apuesta por el teletrabajo doméstico incluso después de la pandemia. Un análisis realizado por la AOK revela que el 20 por ciento de los patronos que han implantado el trabajo desde casa durante la pandemia desea mantenerlo en el futuro. Sin embargo, aunque esta opción laboral esté ahora más aceptada entre las empresas y los trabajadores, de estos últimos casi ninguno recibe ayuda para equipar correctamente su oficina en casa. Lo ideal sería equipar a cada empleado con un ratón separado, un teclado y una pantalla. En cuanto a muebles de oficina, también hay bastante que mejorar, pues son muy pocos los trabajadores provistos de una silla de oficina y un escritorio ergonómicos.
Dentro de este tipo de equipamientos, en los últimos años han adquirido especial popularidad los escritorios de altura ajustable. Alivian la tensión de la espalda y la nuca, favorecen la circulación y además mejoran la productividad del empleado, permitiéndole trabajar en casa en unas condiciones óptimas.
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